Izquierda Unida de León local pide a las instituciones y al Ayuntamiento soluciones para el mantenimiento de los colegios.
Izquierda Unida, tras comunicarse con la Felampa, califica la situación de “desastre”.
Desde la formación de izquierdas piden que se cumplan las promesas de reformas realizadas hace un año, cuando desde el Ayuntamiento se prometió que se abordarían las obras necesarias en verano, ya que no daba tiempo en Semana Santa, por disponer de poco tiempo para acometer las reformas necesarias. Un año después se suceden los episodios de goteras, calefacciones estropeadas y hasta ha tenido que desalojarse el colegio de Quevedo.
Para Izquierda Unida, la calidad de la enseñanza pasa también por tener un buen mantenimiento de los edificios y que se cumpla con unos mínimos estándares de calidad. “El hecho de que se hayan prorrogado los presupuestos del año pasado y no haya partidas nuevas específicas no ayuda a solucionar los problemas, puesto que la inversión, de haberla, no será suficiente, y deberá retrotraerse de otras partidas.” Declara Carmen Franganillo, coordinadora local de IU, que “entre la Junta y el Ayuntamiento se echan la culpa mutuamente, pero los problemas siguen ahí y nadie arregla nada. Es cuestión de querer trabajar y de voluntad política. La gente quiere soluciones, no más demagogia.”
Entre los colegios que más problemas tienen actualmente se encuentran el colegio Quevedo, el de Puente Castro, el González de Lama y San Claudio, aunque en muchos centros hay problemas de mantenimiento. Las deficiencias son muchas, desde desconchones hasta falta de calefacción, pasando por goteras. Para Izquierda Unida lo necesario es hacer una intervención de urgencia para subsanar las deficiencias más graves y, cuando mejore el tiempo, acometer las obras que sean precisas.
Desde IU declaran que seguirán en contacto con la Felampa, y vigilando qué sucede con los colegios y que “es mucho más importante tener los colegios en condiciones que otras obras en las que el Ayuntamiento se mete, así que no es cuestión de dinero, sino de ganas de trabajar por la ciudadanía, y las niñas y niños de León son parte de esa ciudadanía, aunque no voten.”