Izquierda Unida respalda las quejas de los vecinos de Armunia

La organización ha querido mostrar su descontento hacia el abandono de este y otros barrios de la periferia de la ciudad

La organización local de Izquierda Unida ha mostrado su apoyo hacia las quejas dirigidas al Ayuntamiento por la asociación de vecinos Juan Nuevo por la falta de atención y mantenimiento del barrio de Armunia. Aun tras las muchas reuniones que se han dado con la Concejalía de Participación Ciudadana, reivindicando los desperfectos de muchas de las zonas, la pedanía sigue sin recibir atención a sus demandas.

Carmen Franganillo, coordinadora local, ha querido insistir en la gran atención que se dedica al centro de la ciudad, con continuas reformas e inversiones por ser la parte turística, mientras barrios como Armunia, el Crucero o la Inmaculada, entre otros, son abandonados a su suerte desde hace años. «Llevamos ya desde 2009 reivindicando la necesaria inversión en los barrios, preguntando a la gente y mostrando las consecuencias de la falta de atención, como los continuos incendios que se producían en los descampados de dichas zonas.»

Los vecinos han mostrado una lista de reivindicaciones, como limpiar el tramo de la presa del Bernesga a su paso por el molino, edificio que está en estado de completo abandono, como las antiguas escuelas de Padre Manjón (sede de las asociaciones), las aceras de la misma calle u otros lugares públicos de uso frecuente, como la pista deportiva o el parque.

Desde la organización han querido resaltar la importancia de atender a las peticiones de los vecinos y solventar los graves problemas que sufren lugares del barrio de uso cotidiano, invirtiendo en el mantenimiento de sus edificios y en la limpieza de las calles y apostando por la mejora de las condiciones para apoyar su crecimiento.

Víctor Vejega, secretario de la organización, apunta que «no se puede permitir que algunas zonas de la ciudad sirvan de continuo vertedero, se camuflen cuentas y subvenciones de dinero público y los vecinos tengan que vivir en un barrio con condiciones nefastas, luchando por ser escuchados y viendo cómo sus peticiones llegan con muchos años de retraso o directamente pasan al olvido».

La organización ha finalizado instando al Ayuntamiento a recapacitar y dedicarles la inversión que necesitan los barrios de la ciudad, algunos de ellos en situación de completo abandono mientras otros obtienen continua financiación. Es imprescindible un plan organizado de reforma de la ciudad, apostando por las zonas verdes y públicas, el cuidado y aprovechamiento del patrimonio y atendiendo a las peticiones de la pedanía, sin dejar a nadie atrás.

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