Izquierda Unida León local se opone a la apertura de la macrogranja en Santovenia de la Valdocina

La organización ha insistido en la contaminación y futura despoblación que supondría para el municipio

La organización local de Izquierda Unida León ha querido mostrar su oposición al proyecto de crear una macrogranja avícola en el municipio leonés de Santovenia de la Valdocina, que agruparía alrededor de 124000 pollos en el Camino del Perdigón cercano de Villanueva del Carnero y cuyo tamaño ha exigido una autorización.

Carmen Franganillo, coordinadora local, ha querido incidir en que «se trata de un nuevo caso de, en lugar de apostar por el futuro de León, se ocupa el territorio “vaciado” para colocar una granja que provocará malos olores, contaminación del suelo y acuíferos, deterioro del entorno y que, en consecuencia, lleva a la emigración.»

Desde la organización han querido recalcar que, si bien se intenta vender este tipo de proyectos como algo beneficioso para los municipios (con creación de puestos de trabajo, mayor producción y enriquecimiento del territorio), lo que se consigue es justamente lo contrario.

Víctor Bejega, secretario de la organización, ha afirmado que «al final la “España vaciada” solo interesa para proyectos claramente perjudiciales para el entorno y, en lugar de apoyar un modelo de economía y empleo sostenible, se apuesta por plantas de residuos y macrogranjas, que lo único que consiguen es perjudicar al pequeño ganadero mientras se daña el ecosistema».

Del mismo modo, denuncian el escaso tiempo de respuesta que permite la petición, que ya se recoge en el BOCyL pero cuyo plazo de alegaciones de 30 días hábiles no da mucho margen de respuesta a los vecinos ni a las organizaciones.

Según defienden «León tiene ya más de veinte macrogranjas, por mucho que se niegue que estas lo sean, que han recibido varias denuncias por tratamiento de residuos purines y veterinarios, así como alteración grave del suelo. La creación de este tipo de proyectos dan lugar a enfermedades, competencia desleal (pues la gran producción obliga a bajar precios, lo que perjudica al pequeño ganadero) mientras se produce carne de peor calidad y se continúa con un modelo de producción y consumo cárnico inasumible.».

«Es necesario frenar la despoblación, pero con medidas sostenibles. Primeramente que no dañen el terreno ni el agua y que no dejen malos olores. En segundo lugar que no perjudiquen al pequeño empresario con la macroproducción, que solo hace que alimentar la rueda del consumo desmedido. Por último, apoyar un modelo de economía sostenible para el futuro, con medidas que de verdad frenen la despoblación en lugar de aumentarla, con puestos de trabajo que ayuden a los jóvenes a quedarse en lugar de emigrar y que solo hacen que se emplee la provincia de vertedero.

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